lunes, 16 de marzo de 2015

La somatización

No supe lo que era la piel atópica hasta que la sufrió mi hijo pequeño. En principio, ya de bebé, no se sabía muy bien por qué le ocurría de vez en cuando. La pediatra pensó que podría ser una reacción alérgica porque se daba en más pequeños y a veces, cambiando el tipo de leche o quitándola se solucionaba. Como yo le daba el pecho tuve que dejar los yogures y comenzar a tomar leche de soja...también dejar el queso que me encantaba.
En otra ocasión la solución fue llevarlo a la costa y el aire del mar lo solucionó en un día... Pero eran soluciones momentáneas y los brotes se repetían de vez en cuando.
El caso es que en una ocasión, escuché a otras madres de niños con Altas Capacidades que tenían el mismo problema y hasta nos preguntamos si tendría algo que ver, pero evidentemente sin rigor científico ni nada de eso, simplemente comentarios entre madres.

¿Qué aprendí? 
Con el tiempo he ido viendo que le ocurre en épocas de estrés o en las que no está bien por algún motivo, es decir, cuando le da el brote sé que algo le pasa. Aprendí que, igual que a mi me dan más jaquecas en tiempos de estrés, o que me estalla el estómago con los nervios a él, le brota la piel así:






¿Asusta un poco no??? Pues no veáis como llora el pobrecín con lo que pica. Necesita que le ponga crema pero le escuece y cuando llega a estos extremos de la foto necesita los malditos corticoides.
Las fotos son de la semana pasada y cuando le dije que tenía que darle los corticoides él mismo me dijo:

¡Mamá, no me los eches, sabes que hasta que no me tranquilice no se me va a quitar!

Pero como todo en la vida, necesita tranquilizarse pero ayuda para solucionar eso también.

Cuando empezó este brote había cambiado de profe en el cole, la anterior se jubiló, y todas las madres estábamos un poco pendientes con el cambio y preguntando a los peques qué tal con la nueva. Al parecer todo está bien y afortunadamente no hay problema en el cole...pero lamentablemente en casa sí y de ahí ha venido.

Ya me han dicho en alguna ocasión que intentemos evitar que los niños sepan de los problemas en casa pero no creo que sea posible siempre. En casa estamos sin trabajo y las cosas están feas pero siempre les hemos dicho que ellos tienen que ser niños y disfrutar de lo que puedan, pero sé que es duro para ellos vernos mal a nosotros. Los que tenéis hijos de Altas Capacidades seguro que sabéis como yo lo dificilísimo, por no decir imposible, que es "disimular" delante de ellos porque leen cada expresión de tu rostro y detectan el más mínimo indicio de nada que te ocurra. Él había estado tragando y tragando su preocupación por las circunstancias y no había querido decir nada.
Esa mañana yo se lo comenté a mi marido: "Al niño le pasa algo, no sé el qué, pero está preocupado. No creo que sea del cole porque le he preguntado y también a otras madres por ver qué decían sus hijos pero todos están contentos y normal", así que cuando fue a buscarlo al cole y, antes de que saliera su hermano, por fin le contó llorando todo el pobrecillo. Cuando llegó a casa con los ojines de haber llorado también me lo contó y nos abrazamos. Tuvimos una de nuestras charlas y poco a poco, parece que se va recuperando ¡al menos de momento hemos podido parar los corticoides!!

¿Por qué cuento todo esto? Porque estas cosas pasan con estos niños, cada uno lo expresa de una manera. Supongo que también les ocurra a otros niños, no sólo los de Altas Capacidades, porque vivimos en un mundo estresante para ellos. Cuando dicen que las madres de niños superdotados sobreestimulan a sus hijos yo pienso ¿Se darán cuenta de los super-sobre-estimuladísimos que viven todos los niños y niñas en nuestros días? Desde el primer momento están escuchando voces de radios, viendo imágenes de televisiones, ordenadores, les llevan con meses a las guarderías o escuelas infantiles donde les "enseñan" algunas cosinas y yo, personalmente, me pasaba el día con ellos para arriba y para abajo en el coche.
Vivo en un pueblo cerca de la ciudad y una vez hace tiempo, cuando los dos eran más pequeños, una señorina mayor me preguntó:

- Ay hija, pero tú...¿cómo te arreglas tú sola con los dos niños todo el día para arriba y para abajo y sola todo el tiempo? (os recuerdo que mi marido trabajaba fuera toda la semana)


A mi me sorprendió que me dijera aquello:
- Pero mujer, ¿cómo me dices tú eso? ¿Y vosotras antes que teníais 5 y 6 hijos?

Su respuesta me sorprendió más:
- No compares, nosotras teníamos más pero los cuidábamos entre todas, yo tenía a mi madre, mi hermana, mi cuñada, mi suegra...cuando íbamos al campo nos los llevábamos pero estábamos todas. ¡Era más fácil! Pero tú lo estás haciendo todo sola y además subiendo y bajando a León.

¡Y dicen que los sobreestimulamos!! ¿Cuandoooo??
Lo que los tenemos es "sobre- excitados", y nos extraña que se muevan , y pretendemos que estén formalines sentaditos en una silla desde antes de los 3 años durante ¡5 horas!!! ¿Estamos locos o qué??

Pues luego, pasan cosas así...que "somatizan" sus emociones, su estrés, sus sufrimientos o lo que los expertos llamarían sus "problemas psíquicos" en "síntomas orgánicos" de forma involuntaria. Mi hijo somatiza en sus brotes de piel atópica, otros niños en tics nerviosos, algunos tienen fuertes dolores de barriga sin venir a cuento, justo antes de ir al cole y dejan de sentirlos al pasar la hora de entrada...hay casos en los que incluso sube la fiebre sin motivo aparente...Deberíamos dejarles ser niños y aprender de ellos, deberíamos vivir de forma más relajada y menos pendientes del reloj...Deberíamos preocuparnos más de que disfrutasen su niñez, deberíamos darles más cariño, más compañía de la buena...De momento por aquí, hemos vuelto a leer el cuento antes de dormir y ¿sabéis qué? Para mi también es un gran momento que me ayuda a olvidarme de los problemas y seguir...porque pase lo que pase, la vida continúa y no quiero verles perder la sonrisa.





4 comentarios:

  1. Enhorabuena, me encanta como enfocas el tema y como quedan recogidas cuestiones vitales de la educacion de ayer y hoy.

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  2. Gracias por compartir . Mi hijo lo refleja con tics. Entonces sabemos que pasa algo aunque A veces tal vez el ni lo sepa. Le ayudamos a encontrar eso que le inquieta y lo solucionamos. Los tics entonces se van. Me ha gustado leer tu artículo porque tiene un hermano que también tiene reacciones de piel atópica y nunca había valorado esta situación igual que los tics . Un saludo.

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    1. Gracias a ti por tu comentario. Me alegra saber que puede servirte para conocer mejor algunas posibles causas de lo que ocurre con nuestros hijos. Un saludo :)

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